El castillo ambulante: una historia de valentía y amor

20.10.2019

"Lo siento, he tenido suficiente de huir, Sophie. Ahora tengo algo que quiero proteger. Y es a ti" 

Howl no Ugoku Shiro, mejor conocida por los hispanohablantes como: "El castillo ambulante", es una película de animación dirigida por el increíble Hayao Miyazaki. Cuando vi esta película por primera vez, sentí algo parecido al enamoramiento: sus colores y música son vibrantes y te envuelven en ella para atraparte, haciéndote sentir que eres parte de la película.

Sus personajes son acogedores, incluso los antagonistas tienen un carisma especial que hacen dudar si en verdad son personajes malos. La protagonista llamada Sophie es una joven valiente y luchadora, pero también con algunas inseguridades, y quien, a su vez, tiene un compañero de aventura, un joven brujo que es temido en el país por tener la reputación de comerse los corazones de las jovencitas. A pesar de que esto último en la película resulta ser falso, El castillo ambulante se roba los corazones de quien la ve, aunque no nos guste o no nos llame la atención la animación japonesa, esta película llena los corazones haciéndonos ver que debemos ser valientes ante los problemas y que abandonarlos sería perder la batalla real.

Howl es un joven brujo vanidoso que salva a Sophie de unos guardias acosadores. Desde aquel momento, Sophie, quien aún no sabe que se trata de Howl, queda atrapada por su irresistible encanto. Este encuentro le traerá a Sophie la visita de una bruja rival de Howl, quien le hace un conjuro para que se convierta en una anciana. Un poco asustada, decide irse de su casa, y entre las montañas, se encuentra con el castillo de Howl sin saber que allí reside su salvador. Nuestra joven protagonista siempre mantiene una actitud optimista, a pesar del hechizo que ha caído sobre ella, lo que le sirve para entrar en el corazón de Howl, debido a que, al ser un joven un tanto solitario, este está dispuesto a combatir por cuenta propia en la guerra, por lo que decide mostrar un lado serio y atemorizante, a pesar que el joven brujo solo es un niño que ha decidido hechizar su corazón para que no le hagan daño, porque en el fondo es eso lo que más teme, que le arrebaten su corazón, ya que para él es lo más importante que tiene como posesión, siendo Calcifer, una llama de fuego parlante, la que ilustra en la película el corazón de Howl. A pesar de que la decisión de Howl fue no entregarle su corazón a alguna persona, es Sophie quien logra dominar a la pequeña llama parlante, por lo tanto, es ella quien, con su cariño de madre, amiga y enamorada, obtiene lo más preciado de Howl, su corazón.

Sin duda, las películas que ha animado Miayzaki son maravillosas, en cada una de ellas deja una enseñanza a todos sus espectadores, pero mucho más a las niñas que están creciendo. Solo es necesario ver cómo en cada una de las películas su protagonista es una joven un poco temerosa y en otras una joven fuerte, pero estas siempre son valientes. En lo personal, El castillo ambulante ha sido mi cinta de animación favorita, puesto que Sophie es una joven que se menosprecia a sí misma, sin darse cuenta de lo valiosa que es. Por otro lado, su compañero de aventuras es un joven que teme ser dañado y muestra su lado atemorizante para mantenerse a salvo, pero es un joven dulce y lleno de amor. Incluso, los antagonistas demuestran ser que no eran como ellos mismos se figuraban, debido a que la bruja rival de Howl se convierte en una anciana adorable.

Esta película es maravillosa en todos los sentidos, dejando enseñanzas como el que no debemos ocultar nuestros sentimientos por temor, y por otro lado, debemos creer siempre en nosotros mismos, porque aunque no lo parezca, todos tenemos una chispa de magia en nuestro corazón que nos hace únicos y valiosos. Sin duda, una película para todas las edades, la cual nos recordará que jamás dejaremos de aprender a ser valientes.

Lorna Salas Rojas

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